ALOPECIA POST-RADIACIÓN

A diferencia de la quimioterapia, que generalmente causa un derramamiento reversible del cabello llamado (efluvio anágeno), la radioterapia puede generar, tanto caída reversible, como la pérdida permanente de los folículos pilosos (alopecia cicatricial) en otros casos.

La radioterapia (RT) en altas dosis y aplicada directamente en el cuero cabelludo, que se utiliza para el tratamiento de tumores malignos intracraneales, puede destruir completamente los folículos pilosos, lo que resulta en alopecia permanente. Típicamente, también ocasiona cicatrización clínica de la piel con grado variable de fibrosis dérmica, trastornos en la microcirculación del cuero cabelludo con el consiguiente compromiso del suministro de sangre.

Existen diferentes métodos de (RT) y las dosis pueden variar según las características del tumor, pero parece ser que la carga letal radioactiva para los folículos capilares es toda aquella que supere los 16 Gy. Sin duda el daño capilar también es proporcional a la repetición, es decir al número de sesiones de tratamiento.

En las zonas donde el pelo se ve más fino, como es el caso del vertex-corona, no existe AGA, se trata de miniaturización producida por la fuga de la radiación. En estos puntos de fuga donde la energía de la radiación es más baja, se destruyen parcialmente los elementos germinativos de la unidad folicular, permitiendo el crecimiento de un cabello débil que se va a mantener con estas características de manera permanente.

Debido a la falta de naturalidad que esta alopecia produce, generalmente causada por la asimetría característica, estos pacientes quedan con importantes secuelas psicológicas una vez resuelta la enfermedad de base.

El trasplante puede ser la solución a la pérdida permanente del cabello por radiación, pero conseguir que el crecimiento del pelo trasplantado sea exitoso en una zona radiada directamente, puede ser muy difícil.